domingo, 26 de marzo de 2017

Astrofotografía urbana y lo imposible, no te lo creas...

Bona nit...

Alguien me dijo una vez,, bueno, más de uno me lo han dicho varias veces, que la astrofotografía es cosa de cielos impolutos, o sea, de película, y eso, es algo que precisamente no abunda, de hecho, escasea, y para ser exactos, prácticamente no existe.

Esto es algo que a casi todos nos echaría "pa tras", pero como a cabezón me ganan pocos, pues eso, que no...

Vivo en un pueblo, a unos 20 km de Barcelona que se llama Lliçà d'Amunt, en pleno Valles Oriental, con un cielo, que poco tiene que envidiar al de la capital, pero,, la pereza a veces, obra milagros.
Siempre he tenido el GAFE de que no me funcionaba mi equipo de astrofoto en el campo, si no me fallaba una pieza me fallaba otra, y como no, Murphi hacía de las suyas.
Con el tiempo y una caña, me construí (con el permiso de Asun, mi mujer, por supuesto) un observatorio, pero,, con mi cielo, yo pensaba que tan inútil como el peine de un calvo. Como he dicho, a cabezón no me gana nadie... El observatorio en cuestión, tenía las "ventajas" añadidas de tener un pedazo de cielo similar al que tendríamos en un balcón con un edificio delante, pero, que no, que yo quería "astroafotar" sí o sí. Las cámaras ordinarias (véase Canon y demás reflex) no me valían para nada más que confirmar el hecho que no había más que hacer que unas pocas galaxias muy brillantes, pero, ahí que seguía yo en mis trece de hacer cielo profundo.
Os estaréis diciendo,,, "vaya rollo me está pegando el tío este con su neura", bueno, si, vaya rollo, pero al final, encontré la solución.
Hace unos meses, vendí mi Canon,, y compre una CCD. CCD, es para quien no lo sepa, el nombre que le damos a la cámara dedicada EXCLUSIVAMENTE a astronomía, más que nada por el tipo de sensor de imagen que usa, que es precisamente un CCD (quien lo diría). De segunda mano, como casi todo mi material, y con el tuneado oportuno, en este caso un filtro H Alfa (Hidrógeno Alfa). Este filtro no hace más que filtrar toda la luz, excepto la longitud de onda del hidrógeno de 6 nanómetros (bonito palabro), que no es otro que el que emiten las nebulosas de emisión, dejando de lado las luces que iluminan la mayoría de nuestras calles (el puto led no está dentro de este rango, ya que su luz blanca nos volverá el cielo totalmente opaco).
Bien, el tiempo y la edad, me ha dado una visión diferente de todo este mundo, y me centraré en un objeto que siempre quise fotografiar, como es B33, que no es un avión sino la nebulosa de la Cabeza de Caballo. Una preciosa región cercana a la estrella Alnitak en el cinturón de Orión, llena de gas con una nebulosa oscura que provoca ese efecto, ver la cabeza de un caballo.
Mi ubicación y mi casa, solo me permiten fotografiarla durante 1 hora al día, pero menos da una piedra, y la paciencia/perseverancia/cabezonería, seguro darán sus resultados. Ahí os dejo la primera muestra sin procesar de B33 y NGC 2024 en una sola toma de 20 minutos desde cielos prácticamente urbanos de Barcelona.

La paciencia es esencial, porque esta es solo una de las 3 o 4 tomas que hago cada día, y que espero hacer al menos durante 7 días, sin prisa, pero sin pausa.
No hay prisa,, pero,, tampoco nada es imposible.
Y bien, una vez procesada, este es el resultado final.


Se trata de 25 imágenes de 20 minutos. Si, si, ya se que las hay mejores, mucho mejores, pero bueno, con un canto en los dientes me doy de los resultados con una calidad de cielo como el mío y las condiciones, prácticamente urbano.
Iremos aprendiendo.

Ferran Ginebrosa

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